viernes, 16 de julio de 2010

Partido por la Democracia Un Corazón Perdido; Un norte que parece Sur.

Por Miguel Angel Fernández.


           Hablar de la historia de este partido político es hablar de la historia de nuestro Chile en los últimos 20 años. El Partido por la Democracia nace en plena década del ’80 en nuestro país, pero lo curioso es que no nace como un bloque político sino como una alianza de grupos políticos para buscar la derrota del General Pinochet en el plebiscito del año ’88. Pues bien, en un comienzo el PPD agrupo a todos los partidos de oposición al período 73 – 90 y así formaron la “Concertación de Partidos por la Democracia”, fórmula que dio un exitoso resultado al lograr más del 50% de los votos la opción “NO” que establecía la vuelta a un modelo democrático representativo de Gobierno en nuestro país.

            Así podríamos preguntarnos si una vez logrado el objetivo porqué se siguió con el bloque político, transformándolo inclusive en un partido de importancia, cuando su norte ya había sido logrado y la lógica dictaba que debiese haber desaparecido de la política chilena. La respuesta a esto la podemos obtener de un breve análisis electoral entre los años 1990 y 2010.
           
            Con lo anterior podemos establecer que una vez ganado el plebiscito se decidió conformar como partido, situación que le trajo una gran votación en cuanto a elección de Diputados en las primeras elecciones parlamentarias, con 16 escaños logrando un 13,2% de representación en aquella cámara. No así en el Senado, donde con un solo representante se quedan con un 2,1% de representación.

            Las siguientes elecciones del año ’94 mostraron una leve baja en el cámara baja, pierden un escaño, quedándose con 15 y una representación del 12,45% en cuanto a Diputados, pero no así en la cámara Alta, donde logran un nuevo representante y se quedan con el 4,2% de los sillones.

            Hasta este momento, el negocio político de haber traspasado el descontento con el Gobierno Autoritario del General Pinochet era un negocio redondo, tenían una amplia participación en el Congreso y una importante influencia sobre el Ejecutivo, tanto en los gobiernos de Aylwin Azocar como de Frei Ruiz – Tagle. Lo anterior queda demostrado en las elecciones de 1998, donde mantienen su representación en el Senado y vuelven a los 16 escaños en la cámara baja que habían logrado en la elección del año ’90.

            Sin embargo, esta no sería el tope de la colectividad, ya que 4 años después logran su segundo mejor “rendimiento” en elecciones parlamentarias en cuanto a Diputados logrando 20 sillones en la cámara baja, siendo el tercer mayor partido en el bajo parlamento con un 16,6% de representación. En cuanto al Senado mantienen sus dos representantes, dominando un 4,08% de los sillones senatoriales.

            Ya en el 2006 logran su consagración en la cámara baja, transformándose en el partido más grande de la Concertación con 21 escaños y un 17,43% de representación. Pero aquel dominio en cuanto a Diputados no es transferible a los Senadores, donde si bien aumentan en 1 sillón su participación (3 Senadores, con un total del 7,8% de representación) están muy lejos de  los 8 Senadores Socialistas y su 21% de control de la cámara alta.

            En la última elección Parlamentaria el auge de nuevas figuras políticas, tales como Ricardo Lagos Weber permite aumentar su participación en el Senado, llegando a los 4 sillones, pero fallan en la elección de Diputados, bajando a 18 su participación.

            Una de las razones para que podamos hablar de un rendimiento parejo durante 20 años y 6 elecciones parlamentarios del PPD es su constante “renovación” y el auge de figuras casi patriarcales, como es la familia Girardi, Sergio Bitar, entre otros, dentro del partido, esto si bien es efectivo para las elecciones, deja la sensación de que pierde de vista la misión inicial que tenía en la sociedad de nuestro país este bloque político. Pero aún así, teniendo una tendencia de movilidad hacía el dialogo, práctica vista en otros sectores de la Concertación durante sus dos décadas de Gobierno, siempre se mantuvo férrea en cuanto a la defensa de sus principios y motivos fundacionales, pero que a su vez causa algunas veces una profunda contradicción entre su necesidad de mirar al pasado para justificar sus decisiones y su llamado hacia el futuro libre y prospero del país, situación que da para pensar que el corazón de este partido muta rápidamente y se acomoda a las nuevas situaciones sin sentar precedentes claros.

            Podemos mencionar que es uno de los partidos más influyentes a la hora de estrategias electorales, hecho basado en la capacidad de su ex – Presidente Pepe Auth, quien aún que fuese duramente criticado por el desempeño durante las últimas elecciones, ha logrado mantener un equilibrio en la línea de su partido, evitando grandes derrotas del mismo y una baja considerable en su participación parlamentaria.

            Ahora bien, cuando hablamos de este PPD móvil y flexible debemos indagar en sus estatutos y declaración de principios para encontrar la razón de esta situación.

            En un primer análisis podemos atribuir la movilidad del partido a las diferentes esferas políticas que confluyen en ella, así se establece que “convergieron en el PPD personas provenientes del socialismo democrático, del liberalismo progresista, del cristianismo popular y del racionalismo laico”[1]. Con esto podemos verificar que el PPD es un partido pluralista, y más importante aún, un partido sin una ideología definida, “Es cierto, nuestra opción es ser un partido de ideas y no de ideologías. Rechazamos las visiones totalizantes e integristas de la vida y la sociedad”[2].

            Pues bien, el PPD se ha transformado y ha ido variando con el tiempo, como propio resultado de su falta de ideología. Podríamos encontrar en esta constante búsqueda de renovación la principal fuente de la consistencia en elecciones parlamentarias del partido, pero así también a su nula proyección en elecciones presidenciales. Es correcto establecer bajo estos parámetros, que la propia flexibilidad en cuanto a políticas públicas y directrices de acción del partido, son las que dificultad su expansión y aumento de militantes y las que generan sus constantes cambios en estatutos y principios, es bueno precisar aquí que la Declaración de Principios del partido fue modificada en el año 1993, cuando su primera versión salió a la luz pública el año 1987, y en cuanto a sus estatutos fueron reformados en el año 2008 por la directiva encabezada por Sergio Bitar como Presidente y, el ahora Diputado, Pepe Auth como Secretario General.

            Como así dificultad su llegada al poder ejecutivo, permiten que se mantengan en el legislativo como una de las fuerzas de mayor estabilidad, si bien esta no es crecimiento pareciese ser que la ambición del partido no va más allá de ser un real referente en influencia política, cuestión que logran realizar de buena manera con su representación en la cámara.
           
            Dentro de los puntos más importantes que establece el PPD encontramos como definición del partido que “es una organización política de personas, mujeres y hombres, que actúan en la vida política comprometidos con la democracia y los derechos del hombre, y que trabajan por el respeto y extensión de las libertades, el ejercicio de la solidaridad para terminar con las discriminaciones y alcanzar una sociedad de oportunidades iguales para todos, el impulso permanente del desarrollo nacional, de la justicia, la conciencia ecológica y el espíritu emprendedor, y el desempeño de una acción política basada en la ética y la responsabilidad.”[3]. Según esta definición encontramos que este partido promulga la igualdad entre sexos, punto que podemos encontrar a su vez en los Estatutos del partido, en donde se establece que “El principio de igualdad de oportunidades entre los sexos se expresa en un meca­nismo de acción positiva que establece que ni hombres ni mujeres podrán ocupar más del sesenta por ciento ni menos del cuarenta por ciento de los cargos de representación en los organismos colegiados partidarios, y en las candidaturas a cargos de elección popular”[4].

            A su vez evita cualquier discriminación étnica al establecer que: “Habrá también un principio de acción positiva en beneficio de afiliados miembros de etnias indígenas, para que ocupen el diez por ciento de los cargos de los órganos colegiados del par­tido, y en las candidaturas de elección popular”[5].

            Es importante destacar que se autodenominan como “un partido progresista, donde convergen la tradición socialista democrática y la tradición política liberal progresista”[6], con esto quieren intentar referirse a que sus ideas siempre han sido parte de la historia de Chile, y que de ninguna manera son una fuerza creada de la nada, sino que responden a un proceso evolutivo de los ideales nacionales.

            Es posible deducir de la definición del partido los preceptos básicos en los cuales se encuentran sus cimientos, pero así también encontramos que establecen como punto básico de su acción a “La democracia y los derechos humanos son los fundamentos que inspiran toda la acción del PPD. Proteger los derechos humanos y extender la práctica de la democracia hacia el conjunto de la sociedad son sus desafíos primordiales”[7]. Punto, en cuanto a la defensa de los derechos humanos, fuertemente influenciado por el verdadero trauma psicológico y emocional que presenta gran parte de sus militantes con el período comprendido entre el año ’73 y el ’90.

            Ahora bien, en cuanto a su idea de sistema político establece que sigue la democracia y que “El ciudadano es el verdadero protagonista de la democracia”[8]. Podemos decir a sí que este partido pone en el centro de toda la actividad al ser humano, siendo él el punto final de la política y de las preocupaciones sociales. En cuanto al objetivo del desarrollo económico establece que la principal preocupación de ésta es la creación de oportunidades sociales y la eliminación de la pobreza, así mismo agrega que “No puede hablarse de auténtico progreso cuando éste coincide con la marginación y pobreza de amplios sectores de la comunidad nacional”[9].

            El último punto que toca la declaración de principios es el relativo  a las relaciones internacionales, aquí el PPD postula que “Ningún proyecto progresista puede hoy abordarse sobre bases estrictamente nacionales, toda vez que nunca como en la época actual ha existido una conciencia planetario más
extendida”[10]. Así se entiende que el partido busca una unidad de la humanidad, un mundo común y que la capacidad de aprender sobre las tecnologías imperantes determinan el éxito de una nación, pero que ésta estará vinculada directamente al éxito de otras naciones, haciendo especial hincapié en su relación con los demás países latinoamericanos.

            Podemos establecer de esta manera que el Partido por la Democracia se basa en cimientos muy inestables y esta propenso a vivir “crisis de identidad” al ser sus preceptos básicos inherentes a una determinada doctrina política, aun que por sus características no deja de ser un fenómeno muy interesante, estableciendo preceptos que con un sistema de partidos tan mal visto por la opinión pública como la chilena, una opción muy importante de crear espacios para el dialogo y formación de coaliciones políticos que pretendan llegar al poder ejecutivo, sin embargo son estas mismas los que generan que no pueda liderar una coalición sino más bien integrarla y darle su respaldo político.

            Como establecía anteriormente, es muy propensa a sufrir crisis internas y así podemos verlo con la gran cantidad de reformas y su discurso de innovación reinante en sus autoridades, tanto así que lo tienen en el día de hoy en una situación de nuevas fuerzas, que están algo más influenciadas por la debacle en la coalición de la cual es parte que de sus propias propuestas, esto es visto hoy en día en sus elecciones de Presidente del partido, en donde una de las contendoras, señora Carolina Tohá, establece que “Se requiere un cambio. Esta coalición como está no nos sirve, tenemos que refundarla, si no se tiene la voluntad de hacerlo no se va a renovar nada, eso tenemos que discutir, cómo vemos el futuro del partido”[11]. Palabras que no hacen más que afirmar lo que he sostenido durante este trabajo, que el PPD es un partido que depende más de sus partidos amigos, que de sí mismo, como consecuencia de no tener una doctrina de gobierno propia y bien definida.








Bibliografía:

1.      Declaración de Principios Partido Por la Democracia.

2.      Estatuto Partido Por la Democracia 2008.

3.      Entrevista de diario “El Mercurio” a Carolina Tohá, edición domingo 16 de mayo de 2010.

4.      Especial Emol sobre Elecciones en Chile, web link http://www.emol.com/especiales/2009/nacional/presidenciales2009/congreso.asp


[1] “Declaración de Principios PPD”, Título “Introducción”, párrafo segundo.
[2] “Declaración de Principios PPD”, Título “Opciones y Desafíos para el PPD”, Sub título “Nuestros Valores”, párrafo primero.
[3] “Declaración de Principios PPD”, Título “A. El Partido por la Democracia”, punto 01, párrafo 01.
[4] “Estatuto PPD 2008”, Título Segundo, Artículo 07
[5] Estatuto PPD 2008”, Título Segundo, Artículo 08
[6] “Declaración de Principios PPD”, Título “A. El Partido por la Democracia”, punto 02, párrafo 01.
[7] “Declaración de Principios PPD”, Título “B. Por la Democracia y los Derechos Humanos”, punto 06, párrafo 01.
[8] Declaración de Principios PPD”, Título “C. Por una Democracia de ciudadanos”, punto 14, párrafo 02.

[9] Declaración de Principios PPD”, Título “D. Por una sociedad de oportunidades iguales para todos”, punto 20, párrafo 02.
[10] Declaración de Principios PPD”, Título “E. Por un Chile integrado a Latinoamérica y el Mundo”, punto 30, párrafo 01.
[11] Carolina Tohá, candidata a la Presidencia del PPD, en entrevista con El Mercurio, domingo 16 de mayo de 2010.